miércoles, 14 de octubre de 2015
viernes, 9 de octubre de 2015
Jugar profundo, un aspecto clave
Muchas veces veo a jugadores
juniors que, cuando entrenan, se preocupan de ponerle mucho efecto a la pelota;
se empeñan en pegarle lo más fuerte posible, o tratan de angular la bola al
máximo.
Y si eso ocurre, mantendremos
lejos de la línea de base al adversario, lo que reporta importantes beneficios:
Arturo Núñez del
Prado
Profesor de Tenis
www.mejoratutenis.cl
Sin embargo, no le asignan
la misma importancia a una característica fundamental, aunque menos llamativa
que otras, que debe tener cualquier tiro que pretenda lastimar al adversario:
la profundidad.
Conozco a varios tenistas,
de buen nivel, que les gusta que la pelota les llegue a gran velocidad, porque
así se apoyan en el golpe del rival, pero no recuerdo a ninguno que se sienta
cómodo cuando le juegan profundo.
Contrariamente a lo que
muchos creen, la profundidad no está vinculada a la fuerza con la que se
impacta la bola. Se puede pegar largo, pero despacio.
La profundidad tiene directa
relación con la altura a la que la pelota pasa por encima de la red.
En consecuencia, si la bola
pasa un metro –más o menos- sobre la malla, con toda seguridad va a caer en el
último tercio del lado del oponente.
- el rival se verá obligado
a retroceder y defenderse, con altas probabilidades de jugar corto, cediendo la
iniciativa y el control del punto.
- la potencia de sus tiros
hará menos daño.
- resulta poco probable que
llegue a los drop shots.
- si lo mueven hacia los
lados, los ángulos son mucho más pronunciados para él, al estar más alejado del
punto de origen, de donde sale la bola.
“Toda táctica empieza por la profundidad”, me
dijo una vez un prestigioso entrenador, con el que tuve la suerte de trabajar.
Y, como siempre, estaba en
lo cierto.Profesor de Tenis
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