En los siglos XII y XIII, en Europa, se
practicaba un juego de pelota muy popular en el que se jugaba con la mano
frente a un rival y con un obstáculo en medio del que surgían dos campos. Este
juego fue evolucionando hasta convertirse en lo que ahora conocemos como tenis.
Para contar los puntos se utilizaban sistemas de medición muy conocidos en la época:
el círculo, las horas y el sistema sexagesimal. Estas son las tres teorías que
más convencen.
EL CÍRCULO
Desde hace milenios el círculo ha sido
utilizado en infinidad de ocasiones como representación de lo perfecto.
Así, esta teoría afirma que cada uno de los
diferentes sets de un partido de tenis debe ganarlo el que logre un círculo,
que sería lo mismo que alcanzar la perfección.
Una circunferencia, que consta de 360 grados y
equivale a un set, debe dividirse en seis partes iguales, así que cada una de
esas partes tiene 60 grados y responde a un juego del partido. Después
dividimos esos 60 grados entre cuatro puntos que se necesitan para ganar un
juego, los diferentes puntos tienen un valor de 15, 30, 45 y 60 grados
respectivamente.
Esta teoría proviene de 1913. En aquel tiempo
los partidos se disputaban al mejor de tres sets, por lo que había que ganar
dos. Para puntuar eligieron algo que conocían muy bien, el día y las horas.
Sólo tenían que dividir las doce horas que componían
un día en dos para formar grupos de seis. Cada uno de estos grupos debía estar
formado por los cuartos de hora (15), las medias horas (30), los tres cuartos
(45) y en punto (60).
SISTEMA
SEXAGESIMAL
En el siglo XVII el sistema
sexagesimal estaba muy integrado en la sociedad, ellos contaban de seis en seis
como nosotros contamos ahora de diez en diez.
Para ganar, el jugador debía
ganar un total de seis puntos divididos en cuatro partes. De esta manera
nacieron los sets y los juegos de los que se componen.
Por un motivo de comodidad, al hablar se
cambió el 45 por el 40.
Otros elementos de la
puntuación son la manera en la que se dice 0 o iguales.
Cuando hay una puntuación en la que uno de los
jugadores tiene 0, el arbitro dice "love". Esta palabra en el tenis
tiene dos orígenes: el origen inglés en el que significa amor, se decía que el
que estaba en cero no tenía nada que dar, solo tenía amor. El origen francés
donde al cero se le llamaba huevo (oeuf) y que derivó hasta la palabra love.
La puntuación iguales a 40
en el lenguaje tenístico se dice "deuce", que es una palabra que
proviene del francés. Cuando un jugador llegaba a 40, el arbitro decía "a
un" (a un punto del juego), pero cuando los dos jugadores llegaban a 40,
el arbitro decía "a deux" (a dos puntos del juego).
Fuente:
Cancha de Tenis
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